miércoles, 13 de octubre de 2010

plancha de hierro

aquella joven hambrienta toscana tenia la piel en carne viva de tanto estrujar ropa en las heladas aguas de los lavanderos publicos donde las marujas, con sus canastos de ropa sucia ,enjabonaban y enjuagaban ventilando los secretillos de mas de uno en el pueblo como si tal cosa . luego en la casa oscura calentaba en el fogon la plancha de hierro pequeña y llenaba  de  rescoldos la grande para dejar sin una arruga la bata medica y los baberos del dentista . luego dejaba la comida preparada casi siempre era una sopa de frijoles blancos con algun trozo de tocino o pedacitos de cerdo , sentaba las niñas a la mesa y ponia la cuchara en la mano de la loca asegurandose que estuviese aseada y peinada y con alguna recomendacion banal  se marchaba hasta el dia siguiente. era una vida dura , mucho,  tambien para el dentista que al final del dia de trabajo, aseaba a las niñas , las acostaba , sacaba cuentas ,trajinaba con la esposa que de docil no tenia nada. terminaron refugiandose el uno en el otro amandose en esa amarga realidad   y como la situacion era maciza y desesperada, cruel y desesperado fue tambien lo que decidieron hacer. el dentista encontro otro medico para que se ocupara del consultorio pretextando que se iba a ocupar del consultorio de su hermano en el norte de italia , donde la clientela era abundante y podia hacerse rico en poco tiempo, una joven se haria cargo de la casa y de la familia con un buen salario adelantado de seis meses que era el tiempo que estimaba en que estaria de vuelta. no se como ni porque se establecieron donde todavia vive un tio muy viejo ya, como escogieron esa pequeña ciudad y dieron un adelanto por la enorme casa cerca del hospital con un buen jardin, tres plantas y un atico enorme que en mis tiempos llamabamos  il granaio, o se el granero. en la planta baja se organizo una sala de espera y un consultorio , un gran pasillo con alguna planta siempreverde llevaba de la calle al jardin  franqueado por un gran porton de vieja madera, alli la abuela tuvo su cocina  con estufa y chimenea y una gran mesa de buena madera donde ella misma hacia el pan y la pasta.

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